Voy caminando, delante mio va un flaco hablando mediante su telefono celular con alguien, parece que están discutiendo.
Y se me ocurrio pensar que, tal vez, algunas veces, sea un problema esto de las comunicaciones tan inmediatas. Porque, es como que no te dan tiempo a enfriarte, a cortarla, a dejarlo para después, para cuando se te pase.
Digo, sin estos aparatos, en una discusión cara a cara, te podes dar vuelta, irte y dejarlo para después o para mañana o para cuando se te pase. Pero con estos “bichos” eso es imposible. Te vas y al rato te llueven los mensajes y las llamadas y la insistencia.
Y uno, como un tarado, responde.
Como si no hubiera otra opción, como si no supiese de que se trata, como si estuviera calmado y tranquilo y pudiese manejarlo. Y resulta que embrolla más la cosa porque para colmo ahora ni la cara se le ve. Y no se sabe que expresión tiene el otro ni el otro que expresión tiene uno. –
Y entonces el lio es SUPREMO. La confusion TOTAL y el desacuerdo GENERALIZADO. –
Demonos un tiempo, porque si el mundo va a estallar, un día mas o menos, no hará a la diferencia. –
amanece